Ermita de Paja

La Práctica

Zen es zazen, la práctica.
Consiste en sentarse con las piernas cruzadas, la espalda bien derecha y el mentón recogido.

La respiración tranquila y profunda.

El espíritu atento, despierto; siguiendo el ritmo respiratorio, vigilando el equilibrio justo de la postura y observando el fluir del pensamiento sin adherir ni rechazar.

Además de los indudables beneficios para la salud, zazen aporta paz y libertad.

Clarifica la mente, tonifica el cuerpo, armoniza pensamiento y acción.

Zazen es simple y para practicarlo no es necesario ningún conocimiento especial o previo. Es un aprendizaje a través del silencio. Un retorno a la condición normal del cuerpo y el espíritu.

El Origen

"Sentados bajo la sombra de la tarde, los hombres aguardaban serenamente el mensaje del maestro.

El Buda permanecía en silencio, los ojos entornados, las manos juntas.

De su postura emanaba una cálida fuerza, una arrolladora energía, que creaba en el aire una atmósfera fuerte y profunda.

Su quietud era perfecta; apenas sus dedos se movían, girando delicadamente una flor.

Levantó los ojos y parpadeó.

Observó a sus discípulos. Mahakasyapa sonreía. Entre todos, sólo él había comprendido."

Se iniciaba así la transmisión directa más allá de textos y palabras.

De espíritu a espíritu, de maestro a discípulo. Se iniciaba de este modo el budismo Zen.

La Vía

"De pie sentado o acostado en mi ermita de paja sólo tengo un ruego
hacer pasar a los otros antes que yo".

Eihei Dógen

En el siglo XIII, el monje japonés Dógen dió un nuevo impulso a la práctica, creando de ese modo las bases para el zen contemporáneo.

El zen es libre, vital, fluyente.

Y en su devenir histórico ha ido modificándose y modificando su entorno, manteniendo no obstante su simplicidad y su frescura inicial. "Si no les gusta llamarle zen llámenle la vida", porque su esencia no es hindú, china o japonesa.

Su raíz no es de ayer ni de mañana. Es la expresión más acabada de nuestra verdadera naturaleza.

No nace del hombre, es el hombre.

Ryúnan Bustamante Zenji

Es monje Soto Zen. Proveniente de la línea del maestro Taisen Deshimaru, recibió los Preceptos del Dharma el 8 de septiembre de 1985 en el Templo de la Gendronniérè (Francia).

Fue miembro activo de la Associatión Zen Internationale durante varios años. Abrió en Buenos Aires el primer Dojo Zen de la Argentina.

Abandona la institución en 1990 y, dos años más tarde, funda la Ermita de Paja, un centro independiente destinado a la práctica pura de zazen. (Shikantaza)

En 1995 conoce, en el Templo BUKKOKUJI (Japón), al Maestro Roshi Sama Tangen Harada. Desde entonces mantiene con él un estrecho contacto, visitándolo en diversas oportunidades y siguiendo sus enseñanzas.

Actualmente continúa ejerciendo la dirección espiritual de la Ermita de Paja, como así también, brindando conferencias y organizando sesshines tanto dentro como fuera del país.

Es autor de los libros "De cara al muro" Presencia del zen. Editorial Lumen - 1995.

"La eternidad del relámpago" (El zen instantáneo). Editorial Kier - 2004.

“¿Dónde estaba Dios? La fe ante las catástrofes naturales” en colaboración con varios autores– Editorial Lumen. Buenos Aires, 2006.

"Vida Simple" Editorial Emecé - 2017

La Ermita de Paja

Fue fundada en 1992 por el monje Ryúnan Bustamante.

Cuenta en la actualidad con espaciosas instalaciones que permiten continuar, no sólo con las sesiones regulares de zazen, sino también organizar Jornadas de práctica intensivas y Sesshines.

La Ermita de Paja es una Asociación Civil sin Fines de Lucro, que se sostiene merced a las contribuciones aportadas por socios y adherentes.

Centraliza y coordina diferentes grupos de zazen.

Mantiene con organizaciones budistas y no budistas, nacionales e internacionales, abiertas relaciones de amistad y correspondencia.

Siguiendo los lineamientos del maestro Dogen, la práctica deviene fuerte y concentrada, actualizando y dando continuidad de ese modo, a la enseñanza legada por los grandes Maestros de la Transmisión.

Enseñanza Oral

A pesar de que la enseñanza zen se transmite en forma silenciosa a través de la postura justa de zazen, la tradición guarda gran respeto por la enseñanza oral.

Tomando generalmente como base los antiguos Sutras o los escritos de los maestros de la Transmisión, la enseñanza oral suele expresarse durante zazen (Kusen) o en las “Charlas del Dharma” (Teisho).

Estas expresiones verbales no son discursos o disertaciones sobre cuestiones abstractas destinadas al intelecto. No es algo para aprender o memorizar. No emplea palabras “bonitas” ni adornos innecesarios. Es un lenguaje simple que puede tener mil facetas, incluso a veces irreverente o agresivo, pero que es esencialmente práctico y va directo al espíritu del oyente. Es la voz de Dharma, una enseñanza que es una no-enseñanza. Acabada y completa desde el primer instante. Sin principio ni fin.

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