Sesshin Otoño 2012 - Fuera de ti no hay nadie

Mar de las Pampas
Sesshin mayo de 2012

 
 



Fuera de ti no hay nadie

Teisho 

Y bien. Escucha ahora lo que tengo que decirte. 

Todo esto es para ti. Todo es para ti y para nadie más. 
Los sonidos que llegan a tu oído ahora, el aire que respiras, los aromas del incienso, del bosque, de la cocina. La tierra, el cielo, el mar, la montaña, todo es para ti y está ahí desde siempre. 
Todo esto es tuyo, te pertenece y está en ti. Tú eres esta naturaleza y no hay nadie ni nada que pueda arrebatártelo, únicamente tu egoísmo.

Encerrado en tu egoísmo sólo puedes ver lo que hay dentro de tu burbuja. Y entonces haces categorías, dices: “Esto está bien, esto está mal, esto me gusta, aquello no. Él es mi amigo, aquel es mi enemigo”. 

Pero esa burbuja se disuelve en un instante. Entonces puedes percibir que todo esto es para ti. Que no hay distancia entre tú y el Buda. Entre tú y la naturaleza. Toda esta naturaleza eres tú, y sentado en zazen la expresas. Naturaleza de buda, naturaleza cósmica universal.

Pero la mayoría del tiempo estamos encerrados en nuestra burbuja, entretenidos con nuestros juguetes, persiguiendo algún ideal y tratando de escapar de aquello que nos disgusta. Y así nos apartamos de la verdad.

Es interesante ver que el aspecto de este mundo depende de la relación que tengamos con él. Si estamos encerrados en la burbuja el mundo puede ser áspero, una lucha, una tristeza, éxitos o fracasos. 

En el momento que comprendes que esa burbuja puede disolverse en un instante, realizas que no hay separación. Eso se llama despertar.

Despertar es un instante, despertar no es algo que pueda encontrarse leyendo libros o en alguna otra parte fuera de nosotros. No hay nada fuera de nosotros. Todo este mundo eres tú y tú eres este mundo. Fuera de ti no hay nadie.

Shakyamuni Buda, maestro Dogen, maestro Kodo Sawaki y todos los grandes maestros y patriarcas nos señalaron un camino. Pero están muertos hace rato y sólo estás tú. 
Y es con estos huesos, esta piel y este cuerpo que tienes que realizar tu propia vida. En este asunto de vivir no hay otro modo. Eres sólo tú. 

Entonces es con este “yo” que expresas toda la naturaleza de buda. De modo que depende de ti. Si quieres seguir durmiendo, continuar envuelto en tu burbuja, buscando burbujas afines, creando puentes, escapando, persiguiendo... entonces el sufrimiento continuará contigo hasta la tumba. Como decía el maestro Sawaki: “Corran detrás de los fenómenos y permanecerán insatisfechos hasta la tumba”.

Una Sesshin es una oportunidad para despertar. Su estructura está diseñada para que cada instante sea la posibilidad de despertar. Uooop!!! 

Los hombres sufren porque viven una vida de sueño. Porque se han aislado de la naturaleza. Y por ello, han perdido contacto con su verdadera naturaleza. Todos nos sentamos, caminamos y nos acostamos sobre la misma tierra pero solamente tú puedes hacerlo por ti. Depende de ti. Todos respiramos el mismo aire pero solamente tú puedes hacerlo con tu propia nariz y con tus propios pulmones. No hay otro. No digas: “Ah, los maestros fueron grandes, yo soy pequeño”. No hay grande, no hay pequeño. Sólo estás tú y depende de ti.

Tú eres único. Este instante es único. No lo dejes pasar. Siéntate ahora completamente con tus 60, 80 o 90 kilos. Abre tus sentidos. Y cuando la inquieta mente comience a interferir, dejas pasar los pensamientos, pones la atención en el respirar y, al hacerlo, te pones inmediatamente en contacto con todo el universo.

No hay ningún secreto en nuestra práctica. Simplemente estar ahí.

No hay separación. No dejes que un pensamiento, por más genial que sea, te separe de esta realidad, de esta verdad. Junta toda tu fuerza y energía y abócate a la Vía.

Siéntate ahora completamente. 
Una respiración: Un mundo. 
Una respiración: Toda la naturaleza en ti. 
¡Ahora!

Teisho 2

No puedes. 
Por más que tu ego lo intente, no puedes separarte de estos árboles. No puedes separarte de la lluvia, del sol, de la tierra. Estás íntimamente ligado con toda la naturaleza y la naturaleza toda está en ti. No hay separación. Sólo el egoísmo, la mente ignorante, separa. 

Pero no lo logra, es falso.

Por la misma razón, tampoco puedes separarte de tu cuerpo. Es con él que vas a todas partes. Este cuerpo con sus ñañas, sus malestares y dolores es básicamente el cuerpo de la verdad. 
La garza tiene las patas largas, el pato tiene las patas cortas. Pero no compiten ni se interfieren entre ellas. Cada ser en este mundo, a su forma y a su manera, expresa la totalidad del universo.

Por eso así como estás, estás muy bien. Este cuerpo tuyo es esencialmente el cuerpo de la verdad y es con él que expresas la totalidad del universo.

Algunas personas, sobre todo entre aquellos que siguen una vía espiritual, buscan la perfección. Pero entonces se vuelven obsesivos, un poco locos.

Había un escultor que estaba bastante loco. Él quería esculpir una estatua de Buda que fuese perfecta. Entonces mandó traer a su estudio un gran bloque de mármol y se encerró con él. Y empezó a trabajar con el martillo, el cincel y la lija. La gente quería entrar para ver qué estaba haciendo, pero él decía: “No, no, no”. No dejaba entrar a nadie y martillaba, cincelaba, pulía y lijaba de día y de noche sin casi comer. Y cuando la gente preguntaba y quería saber cómo iba su trabajo, decía: “No, todavía no está perfecto”. Y continuaba puliendo, lijando, volviendo a pulir. Hasta que un día la gente dejó de escuchar los martillazos. Se preocuparon, tocaron a la puerta y no recibieron respuesta. Finalmente, tiraron la puerta abajo y no encontraron ninguna estatua de Buda. Solamente al escultor, muerto sobre una montaña de mármol.

Éste es el cuerpo de la verdad. 
Sentado en zazen puedes comprender, dejar de sentirte separado y de buscar en otra parte. Simplemente sentado en zazen, sin hacer nada especial, sólo sentado.

A este sólo sentarse en zazen le llamamos Shikantaza. Pero este Shikantaza de zazen no es solamente sentarse en zazen. No se limita al momento y al ámbito de zazen, sino que se extiende más allá. Hay que hacerlo vivo en la actividad cotidiana. Hacerse uno con cada cosa. Ser uno mismo, con uno mismo, por uno mismo.


Muchas personas son temerosas, tímidas, viven pendientes de la mirada de los otros: El“¡Qué dirán!”. Pendientes del futuro, temerosos de lo que pueda pasar, de la falta de dinero o de seguridad. Se preocupan por el mañana y entonces dejan de vivir la vida esencial, la vida aquí y ahora. Porque la vida es acción aquí y ahora.

En cada acción expresas la totalidad de todo el universo.
Si puedes comprenderlo dejarás de compararte con los otros. Y siendo auténticamente tú mismo, expresarás todo el universo.

Ése es el espíritu del bodhisattva y ésa es nuestra práctica, más allá de zazen. Práctica de todos los días, de cada momento de nuestra cotidianeidad. 
Es también espíritu de compasión. Pasión con todo. Ir hasta el fondo, hasta el final en cada gesto, en cada acto, en cada mirada y situación.

Practicando de este modo la vida toma un sentido diferente, un real sentido. Porque en cada gesto tuyo tú te expresas completamente y, al hacerlo, expresas la totalidad.


Así como estás, estás muy bien.
La mañana avanza y tú avanzas con ella. Sentado sobre esta tierra que está viva, gira y se mueve, tú giras y te mueves con ella. Pero no pierdas el tiempo yendo y viniendo, dando vueltas en tu mundo de ilusiones y fantasías.

 

 

 

 

Aquí y ahora puedes comprender, permitir que esa burbuja egoísta se disuelva. Devenir uno con todos los seres. 

Permitir que la naturaleza te llene. 
Aceptar la vida que hay en ti, disfrutarla, vivirla a pleno. 
Con pasión. 
Sinceramente. 
Sin postergaciones, timideces ni segundas intenciones. 
Vivirla como una exhalación, hasta el final.